martes, 22 de mayo de 2012

¿Por qué no apreciamos esas pequeñas cosas?

Existen gestos que no apreciamos y, quizás, no los hacemos porque son tan pequeños o pasan tan desapercibidos que no somos capaces de captarlos,sino todo lo contrario, no les damos importancia.

Un ejemplo muy claro, es la pérdida de un ser querido. Durante el tiempo que viven y los tratamos, existen ocasiones en las que discutimos con ellos o incluso olvidamos su fecha de cumpleaños. Esas pequeñas cosas pasan desapercibidas porque, en mi opinión, las tenemos tan asimiladas que no tenemos la capacidad para visualizarlas por completo.
Durante ese tiempo, pasamos incluso meses sin verlos, como por ejemplo a los abuelos, por causas injustificadas como la falta de tiempo para la dedicación a los estudios, pero, sin embargo, podemos permitirnos el lujo de salir durante el fin de semana. Según mi criterio, creo que un pequeño gesto como hacer una pequeña visita a los abuelos, les sacaría una pequeña pero valiosa sonrisa.

Las personas mayores, es uno de los casos más frecuentes de dejadez por parte de la sociedad. Existe un número excesivamente reducido de personas que prefieren dedicarles una parte de su tiempo, contribuyendo así a su felicidad. No somos capaces de darnos cuenta de que ellos son los pilares de la mayoría de las familias y, en cambio, en lugar de aprecialo, optamos por la opción más fácil, ingresándolos en residencias o simplemente dejar de visitarlos.


En conclusión, pienso que no existe una justificación para no apreciar las pequeñas cosas importantes. Creo que deberíamos paranos a reflexionar por un momento y tratar de corregir ese comportamiento, aunque se produzca de manera inconsciente. En mi opinión, un buen comienzo sería, por ejemplo, preocuparse más por las personas mayores a las que tenemos apartadas socialmente.

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